Anuario de Estudios Americanos 81 (2)
ISSN-L: 0210-5810, eISSN: 1988-4273
https://doi.org/10.3989/aeamer.2024.2.34

Reseña de / Book Review of: Alzate Echeverri, Adriana María y Gámez Casado, Manuel (ed.), Historia calamitatum. El Real Hospital de San Lázaro de Cartagena de Indias, 1759-1807, Colombia, Editorial Universidad del Rosario, 2023, ISBN 978958500201, 246 pp.

 

El libro que en estas líneas se reseña se enmarca en el conjunto de publicaciones que en las últimas décadas se han preocupado de analizar distintos temas vinculados a las relaciones entre la historia de la arquitectura hispanoamericana y los problemas sociales propios de la edad moderna. Este catálogo de obras ha ayudado a consolidar las relaciones culturales entre ambas orillas del Atlántico, reforzando un discurso de conexión global que ahonda en el estudio de casos concretos como el presentado en la monografía reseñada. Así, de entre las principales ciudades fundadas en América durante la edad moderna, Cartagena de Indias debe considerarse como uno de los focos culturales más interesantes del Caribe, pues a través de su puerto transitaban la mayor cantidad de mercancías dentro del circuito comercial de la carrera de Indias. Ello requirió una continua renovación de los principales edificios que conformaban el urbanismo local, destacando la ingente cantidad de proyectos realizados tras el ascenso al trono de los Borbones gracias al desplazamiento de numerosos ingenieros militares. Este personal se preocupó no solo de renovar el sistema defensivo de la ciudad, actualizando sus trazados y mejorando sus estructuras, sino también de rehabilitar anticuados edificios de acuerdo con las novedades arquitectónicas impulsadas por la tratadística europea del siglo XVIII. Por tanto, la presencia de los ingenieros en Cartagena debe considerarse, como ya ha sido demostrado por la historiografía, como un capítulo fundamental para la historia de la arquitectura, integrándose en un discurso histórico del que participaron otras ciudades caribeñas.

En este sentido, la reforma de aduanas, palacios y hospitales también formó parte del nutrido catálogo de intervenciones de los ingenieros. Precisamente los profesores Alzate y Gámez vienen a ratificar la importancia de este asunto, pues ahondan en un pormenorizado análisis de los proyectos hospitalarios diseñados por estos profesionales con el fin de mejorar la calidad de vida de los enfermos de lepra en Cartagena, aportando nuevas visiones que enriquecen el conocimiento sobre este tema. Ello lo consiguen a partir de una metodología que aúna el trbajo con documentación de archivo y la relectura de textos y fuentes que permiten contextualizar las nuevas aportaciones. Todo ello queda recogido en la Historia calamitatum. El Real hospital de San Lázaro de Cartagena de Indias, 1759-1807, publicada por la Editorial de la Universidad del Rosario de Colombia en 2023.

El interés que me causó esta publicación y la relación profesional que mantengo con los autores explican la publicación de esta reseña. La obra tiene su fundamento en la notable trayectoria de sus autores como historiadores, pues es sabido que estos iniciaron su labor conjunta en el año 2018, cuando el profesor Gámez realizaba una estancia de investigación en Bogotá para trabajar en el Archivo General de la Nación de Colombia. Precisamente ese mismo año, ambos iniciaron el proyecto de redacción de este libro, aprovechando la experiencia de la profesora Alzate en el campo de la historia asistencial y de Gámez en lo referido a la historia de la arquitectura. Así, el objetivo principal de esta obra es aclarar un antiguo debate historiográfico relacionado con el hospital de San Lázaro de Cartagena de Indias. Sobre este edificio ya se habían referido otros historiadores como don Enrique Marco Dorta o don Diego Angulo, sin embargo, se habían limitado a publicar los planos conservados en el Archivo General de Indias, obviando la ingente documentación vinculada a esta unidad planimétrica y evitando contextualizar el proyecto. Por ello, la consulta de fuentes primarias fue determinante para la realización de la obra como los mismos autores reconocen en el prólogo del libro.

La obra se divide en seis capítulos antecedidos por una introducción y rematados por una conclusión. En primer lugar, a modo de introducción ambos autores plantean los distintos problemas relacionados con la lepra en el contexto americano, detallando el origen de la enfermedad, los problemas sociales surgidos en América ante los numerosos contagios y las medidas políticas ideadas como remedio sanitario. De esta manera, será en el primer capítulo cuando los autores se centren pormenorizadamente los primitivos proyectos del hospital de San Lázaro de Cartagena, demostrando la falta de eficacia de los antiguos modelos y describiendo el imaginario popular creado en dicha urbe en torno a la enfermedad. Ello permite incluir en el discurso global del libro lo sucedido durante los siglos XVI y XVII.

En el segundo capítulo, los autores analizan los problemas surgidos tras la petición de traslado del hospital cartagenero. Los debates surgidos entre los ingenieros responsables de la construcción y el protomédico encargado de la seguridad sanitaria de la población constituyen el eje central de este apartado, donde se dan a conocer documentos inéditos sobre estos enfrentamientos que permiten entender las polémicas, acuerdos y divergencias sobre este asunto. En un tercer capítulo, los autores analizan el papel del principal ingeniero que participó en el diseño del nuevo hospital, Antonio de Arévalo. Así, se publican los informes del ingeniero y sus consideraciones para hacer efectivo el traslado del hospital, partiendo de un novedoso modelo arquitectónico que permite situar este proyecto dentro de la vanguardia edilicia del momento. Además, en este capítulo se demuestra que el traslado del hospital cartagenero venía condicionado por la mejora del sistema defensivo de la ciudad, que veía en la cercanía a la ciudad de la antigua estructura un lastre para la mejora de su eficacia militar.

El cuarto capítulo se dedica a cuestiones administrativas, asunto sobre el que la profesora Alzate es experta. De esta manera, los autores analizan los distintos censos hospitalarios y de enfermos conservados en el Archivo General de Indias, destacando el escrito en 1778 por Alejandro Gastelbondo. Ello permite conocer las dificultades burocráticas que atrasaron la construcción del hospital analizado y la adaptación de su estructura al número de enfermos internos. Este asunto se relaciona con el planteado en el capítulo cinco, donde los autores analizan cuestiones vinculadas a la vida cotidiana de los enfermos. Dan a conocer los recursos habitacionales necesarios para conseguir un cierto bienestar dentro del hospital, conformando un análisis riguroso a partir de la lectura de testimonios y descripciones realizadas por familiares y enfermos. Este asunto constituye un elemento capital para la historia social, en un asunto básico dentro de los derroteros de la historiografía actual. También este capítulo enlaza con el sexto y último, vinculado al apartado administrativo y cuentas extraídas del proyecto. Los autores analizan los documentos vinculados a la contabilidad del hospital, dando a conocer noticias sobre el poder adquisitivo medio de los enfermos, el reparto de los salarios entre los trabajadores y la pervivencia de una estructura de clases dentro del hospital.

Finalmente, la conclusión subraya la hipótesis principal de trabajo, que se resume en la relación entre arquitectura y sociedad dentro de uno de los contextos más complejos del Caribe hispano como fue la segunda mitad del siglo XVIII. No menor importancia tiene el extenso conjunto de mapas y planos que acompaña al texto, compuesto por numerosos documentos gráficos conservados tanto en el Archivo General de Indias como en el Archivo General de la Nación de México y otros repositorios internacionales, algunos de los cuales se publican por primera vez en color. Del mismo modo, se debe reconocer la extensa bibliografía empleada, compuesta por numerosos títulos que sirven de aval para la conformación de un fundamental estado de la cuestión. Me corresponde, por tanto, felicitar a los autores por la publicación de este libro, cuya lectura supone un estímulo para los interesados en la historia de América, pues mejora el conocimiento sobre un tema único en el contexto.